miércoles, 14 de marzo de 2018

Café triste con Hawking





Cincuenta años después de lo que decían los médicos, exactamente tres años después de lo que decían los supersticiosos (3,14-15) y muchos años antes de lo que él hubiera deseado, justamente el día del número Pi ha fallecido el eminente científico Stephen Hawking. Finalmente no ha podido cumplir uno de sus sueños, quizá el menos trascendete para la humanidad, pero tal vez el que más ilusión le hacía: viajar al espacio.

En su memoria os propongo una música que todos relacionamos con el espacio, tal vez por la ausencia de tonalidad que atraiga a las frases y que proporcione arcos a los que agarrarse, provocando esa sensación de ingravidez tan antinatural como atractiva

Hace ya casi un siglo que se estrenó esta suite dedicada a los planetas y su representación como deidades mitológicas aunque habría que decir que la dedicatoria se encuentra más cercana a la meditación de tipo astrológico, aunque es inevitable la conexión con los caracteres de los dioses, que nos resultan tan teatrales y cinematográficos.
El más cromático de todos, el más espacial, tal vez sea Neptuno, ingrávido tanto en su versión espacial como en su versión marina, flotando entre sirenas o asteroides de hielo. No sabemos muy bien si esas sirenas con la que acaba la obra nos están atrayendo a la perdición o nos están despidiendo en nuestro imparable camino.
Buen viaje, profesor Hawking




miércoles, 7 de marzo de 2018

Actividad para conmemorar el día de la Mujer.

El día 6 de Marzo hemos ofrecido un recital de piano para toda la comunidad educativa en horario de tarde en el salón de usos múltiples del centro. En programa obras dedicadas o inspiradas por mujeres.



viernes, 2 de marzo de 2018

Día de Andalucía

Día de Andalucía
Como todos los años, hemos celebrado el día de Andalucía con música, esta vez enriquecido con poesía y baile.
En clase hemos interpretado con flauta y cantado el himno en todos los cursos, además de comentar algunas obras especialmente representativas de Andalucia, desde el punto de vista clásico: Manuel de Falla y Joaquín Turina, pero también otros compositores que han mirado al sur y han descubierto la belleza de nuestra tierra y la maravillosa riqueza de su música, su ritmo, su baile y su cante flamenco.
Además hemos ofrecido un concierto en el recreo del martes día 27 de febrero que ha mezclado la poesía, el baile y la música con la participación de nuestras alumnas de Cuarto de la ESO.
Gracias a Isabel, Alba y Elisabeth por su recital poético, y a María por su arte bailando flamenco con el acompañamiento a las palmas de Elizabeth y Ahinara
Al piano he interpretado obras de Enrique Granados (danza española nº 5 "Andaluza") y de Isaac Albéniz ("Granada")






Clara Schumann

Clara Schumann

jueves, 21 de septiembre de 2017

Café con Chausson


Entrando en depresión después de escuchar esta maravilla.

La última obra acabada de Chausson (murió en accidente unos meses después de su estreno, con sólo 44 años, al estamparse con su bicicleta contra un muro en 1899), está escrita sobre el texto de Charles Cros que describe el sufrimiento de una mujer abandonada por su amor. El texto sólo ya es para morirse, pero con la música...

Por cierto, Cros es el inventor de la fotografía en color y precursor del fonógrafo, nada menos.



"La Chanson perpétuelle", op. 37 (texto: Charles Cros (1842-1888)


Bois frissonnants, ciel étoilé
Mon bien-aimé s'en est allé
Emportant mon coeur désolé.

Vents, que vos plaintives rumeurs,
Que vos chants, rossignols charmeurs,
Aillent lui dire que je meurs.

Le premier soir qu'il vint ici,
Mon âme fut à sa merci;
De fierté je n'eus plus souci.

Mes regards étaient pleins d'aveux.
Il me prit dans ses bras nerveux
Et me baisa près des cheveux.

J'en eus un grand frémissement.
Et puis je ne sais plus comment
Il est devenu mon amant.

Je lui disais: "Tu m'aimeras
Aussi longtemps que tu pourras."
Je ne dormais bien qu'en ses bras.

Mais lui, sentant son coeur éteint,
S'en est allé l'autre matin
Sans moi, dans un pays lointain.

Puisque je n'ai plus mon ami,
Je mourrai dans l'étang, parmi
Les fleurs sous le flot endormi.

Sur le bord arrivée, au vent
Je dirai son nom, en rêvant
Que là je l'attendis souvent.

Et comme en un linceul doré,
Dans mes cheveux défaits, au gré
Du vent je m'abandonnerai.

Les bonheurs passés verseront
Leur douce lueur sur mon front,
Et les joncs verts m'enlaceront.

Et mon sein croira, frémissant
Sous l'enlacement caressant,
Subir l'étreinte de l'ausent.

Que mon dernier souffle, emporté
Dans les parfums du vent d'été,
Soit un soupir de volupté!

Qu'il vole, papillon charmé
Par l'attrait des roses de mai,
Sur les lèvres du bien-aimé!
Bosques trémulos, cielo estrellado,
Mi amante se ha marchado
Llevando mi corazón desolado.

¡Viento! que tu suspiro atormentado,
Cómo las canciones de los ruiseñores,
Vuele para decirle que me estoy muriendo.

La primera vez que él vino a mí,
Estaba mi alma a su merced,
Mi orgullo sin ningún valor.

Mis miradas ya habían confesado.
Me tomó en sus brazos apasionados
Y me besó el cabello con afecto.

Un gran temblor me recorrió en ese instante
Y entonces, no sé cómo,
Se convirtió en mi amante.

Le dije: "Tu me amarás
Tanto tiempo como quieras.”
Yo sólo dormía bien en sus brazos.

Pero él, sitiendo que su corazón se enfriaba, 

se fue sin mí una mañana,
A un país lejano.

Ya que no tengo a mi amado,
Moriré en el lago, entre las flores,
En el sueño profundo.

Al viento, junto a la orilla diré su nombre,
Allí donde en mis sueños,
A menudo lo he estado esperando.

Y como en una mortaja dorada,
Con el cabello despeinado,
Me abandonaré arrastrada por el viento.

Los placeres pasados derramarán
Su dulce palidez sobre mi frente,
Y las cañas verdes me envolverán.

Temblando, mi pecho se convencerá,
Envuelto en sus caricias,
Que estoy en los brazos de los ausentes.

Que mi último aliento, Transportado
En el fragante viento de verano,
Sea un suspiro sensual.

¡Que vuele, cual mariposa encantada
Atraída por las rosas de mayo,
Hasta los labios de mi querido amado!


Traducción: © José Manuel Baena

Café con Adele



Podría ser un pequeño grupo de personas o un puñado de calles. Tal vez una sierra protectora o una torre vigilante. Quizá una luz sobre los campos o una sencilla melodía sobre las olas. Todos necesitamos algo a donde regresar, que no cambie, donde nos sintamos seguros, orgullosos. No hay mejor forma de expresarlo en música que con una chacona, cuatro compases (aunque sólo tres acordes) que se repiten desde el comienzo para mostrar lo invariable, lo conocido y amado.

Hoy tomaré el café con Adele, a la que los periódicos españoles habían hecho perder 68 kilos olvidando que en la isla no se llevan los kilos, sino las libras. En fin.